Este domingo marcó el arranque oficial de las vacaciones de verano en Yucatán, y como cada año, el puerto de Progreso se convirtió en el punto de encuentro para decenas de familias que buscaron un respiro junto al mar. Las aguas cálidas del Golfo de México recibieron a visitantes locales que, en su mayoría, llegaron bien preparados para disfrutar sin gastar de más, en una jornada que ofreció ambiente familiar, sol y playa.
A lo largo del malecón, se registró una buena afluencia de personas, aunque los comerciantes señalaron que el inicio de la temporada fue lento en cuanto a ventas. Vendedores como Adrián May Leal, quien ofrece botanas como mango con chile, notaron que muchos visitantes llevaron sus propios alimentos y bebidas. El cierre de quincena fue señalado como una posible causa del bajo consumo, y la esperanza se mantiene en que el próximo fin de semana las ventas repunten con la llegada del pago.
Gabriel Méndez Ayil, dedicado al alquiler de palapas, también lamentó que pocos turistas usaran sus servicios, ya que prefirieron instalar sus propias sombrillas. Esta tendencia refleja una búsqueda de diversión accesible para muchas familias, como la de Pedro Cen Quijano, quien pasó la tarde pescando con amigos. Aunque no hubo pesca abundante, comentó que el simple hecho de estar en la costa representa una forma asequible y amena de pasar el día.
Uno de los atractivos más fotografiados, la estatua de Poseidón en el Playón de Progreso, sigue recibiendo visitantes pese a que su fama viral ha disminuido. Familias como la de Mónica Fuente Castro, que acudió desde Mérida, aprovecharon para nadar, pasear y tomar fotos antes de regresar a casa. Aunque la actividad turística ya comenzó, los comerciantes aún aguardan con expectativas que la alta afluencia se refleje en mayores ingresos conforme avance la temporada.