TENSIÓN EN LA REUNIÓN DE RÍAD ENTRE LAVROV Y RUBIO

TENSIÓN EN LA REUNIÓN DE RÍAD ENTRE LAVROV Y RUBIO

La reciente reunión entre los diplomáticos ruso y estadounidense, Sergey Lavrov y Michael Rubio, se dio en un contexto crucial: a pocos días de que la guerra en Ucrania llegue a su tercer aniversario. Durante este encuentro, Lavrov reafirmó las preocupaciones de Rusia respecto a la expansión de la OTAN y su impacto en la seguridad nacional rusa, señalando que la eventual incorporación de Ucrania a la organización representaría una “amenaza directa”. Esta postura subraya las líneas rojas que Moscú ha delineado desde el comienzo del conflicto, insistiendo en que cualquier avance hacia la OTAN será interpretado como una provocación.

Uno de los puntos centrales de la conversación fue la postura de Rusia sobre el envío de tropas extranjeras a Ucrania para garantizar la implementación de un posible acuerdo de paz. Lavrov fue tajante al declarar que la presencia de fuerzas armadas extranjeras bajo una bandera distinta a la rusa no cambiaría la situación y, por lo tanto, es “totalmente inaceptable”. Esta declaración muestra la firmeza del Kremlin en sus condiciones sobre el futuro del conflicto, sin apertura a la intervención de actores externos en el proceso de paz.

En cuanto a las recientes declaraciones del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, Lavrov evitó hacer comentarios directos. Zelenski había expresado que no aceptaría un acuerdo de paz que no contara con la participación activa de Ucrania. Este posicionamiento resalta la creciente división en las negociaciones, donde Ucrania se mantiene firme en su derecho a ser parte de cualquier discusión sobre su futuro. A pesar de esto, el Kremlin sigue sosteniendo que el presidente Putin estaría dispuesto a dialogar con Zelenski si fuera necesario, aunque no se han establecido detalles claros sobre las condiciones o el formato de este posible encuentro.

Desde Turquía, Zelenski lamentó que se estuvieran llevando a cabo conversaciones sobre la guerra en Ucrania sin la presencia de su país, lo que considera un error por parte de los aliados. Este comentario subraya la creciente frustración de Ucrania ante lo que perciben como una falta de representación en los foros internacionales clave, especialmente en aquellos que tienen implicaciones directas para su soberanía y seguridad.

La reunión en Riad, que tuvo lugar días después de una conversación telefónica entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, refleja la complejidad de las relaciones internacionales en torno a este conflicto. Aunque se habló de la posibilidad de un encuentro en persona entre los dos líderes, Moscú consideró que tal reunión era “poco probable”. Según Yuri Ushakov, asesor de Putin en temas exteriores, se acordó que un equipo separado de negociadores se encargará de los próximos pasos en las conversaciones, lo que indica que, por ahora, los esfuerzos diplomáticos seguirán un cauce más indirecto.

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