El 12 de marzo, las entregas de armas a Ucrania se reanudaron después de que Estados Unidos levantara la suspensión de ayuda militar que había impuesto recientemente. La decisión de reanudar el suministro de armas, crucial para el esfuerzo bélico ucraniano, llega en un contexto de conversaciones de paz en las que Ucrania ha expresado su disposición para aceptar un alto el fuego de 30 días. La noticia fue confirmada por las autoridades ucranianas y polacas, quienes señalaron que las armas ahora son enviadas a través de un centro logístico en Polonia, utilizando una ruta que ha sido clave para el transporte de material militar a Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, reaccionó con cautela ante la propuesta de alto el fuego, señalando que Rusia aún está esperando recibir detalles más específicos sobre la oferta para poder evaluar cómo responder. Peskov enfatizó que no es apropiado adelantar una postura sin tener toda la información necesaria, una clara muestra de la cautela que caracteriza las posiciones de Moscú respecto a cualquier acuerdo de paz que no sea definitivo. Mientras tanto, las fuerzas rusas continúan con sus ofensivas, especialmente en la región fronteriza de Kursk, donde han logrado algunos avances.
El flujo de armas de Estados Unidos es esencial para el ejército ucraniano, que enfrenta dificultades en su lucha contra las fuerzas rusas, tanto por su desventaja numérica como por el agotamiento de sus tropas. Sin embargo, para Moscú, el aumento de ayuda militar a Ucrania puede complicar aún más la situación y representar un obstáculo para alcanzar sus objetivos bélicos. Las autoridades rusas han sido claras en su oposición a cualquier tipo de tregua que no contemple un fin definitivo de la guerra.
En la región de Sudzha, en territorio ucraniano, los enfrentamientos continúan con intensos combates, especialmente alrededor de esta ciudad clave que es utilizada por las fuerzas ucranianas para sus operaciones. La situación es tensa, con avances de las tropas rusas que podrían cambiar el curso de los combates. Aunque los avances de Rusia en algunas áreas son reportados por las agencias noticiosas estatales rusas, aún no se puede verificar de manera independiente la veracidad de estas afirmaciones.
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha presionado para que se pongan en marcha negociaciones de paz, poniendo énfasis en la necesidad de un alto el fuego inmediato. Esta presión se ha intensificado en las últimas semanas, particularmente después de las conversaciones tensas entre Trump y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. A pesar de las tensiones, Estados Unidos sigue firme en su apoyo a Ucrania, aunque el panorama político en Moscú y Washington sigue siendo incierto.
