CHINA FRENA A BOEING EN MEDIO DE ESCALADA COMERCIAL CON ESTADOS UNIDOS

CHINA FRENA A BOEING EN MEDIO DE ESCALADA COMERCIAL CON ESTADOS UNIDOS

El gobierno de China ha dado instrucciones a sus aerolíneas para que no reciban nuevas entregas de aviones del fabricante estadounidense Boeing Co., como parte de una respuesta directa a los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump. Según fuentes cercanas al asunto, esta medida se suma a una orden para suspender las compras de componentes y equipos relacionados con aeronaves a empresas estadounidenses, en una clara señal de endurecimiento de las tensiones comerciales entre ambas potencias. Esta decisión ha sido tomada en un contexto de represalias arancelarias recíprocas, en el que China anunció gravámenes del 125 por ciento sobre productos estadounidenses.

El impacto directo de estas medidas se refleja en el sector aeronáutico, donde los altos aranceles prácticamente duplican los costos de los aviones y piezas fabricados en Estados Unidos, haciendo inviable para las aerolíneas chinas mantener sus compromisos con Boeing. Aun así, algunas fuentes señalaron que el gobierno chino analiza posibles mecanismos de apoyo para las compañías que ya tienen acuerdos de arrendamiento con Boeing y enfrentan ahora mayores gastos. La situación sigue siendo fluida, especialmente porque Washington ha dado marcha atrás en algunos aranceles, como en el caso de los iPhones importados desde China.

Datos de Aviation Flights Group indican que al menos diez aviones Boeing 737 Max estaban próximos a incorporarse a flotas chinas, entre ellos modelos destinados a China Southern Airlines, Air China y Xiamen Airlines. Algunos de estos aviones se encuentran ya listos en Seattle, mientras que otros están en la planta de acabado en Zhoushan. Sin embargo, se estima que algunos trámites de entrega se realizaron antes de la entrada en vigor de los nuevos aranceles el pasado 12 de abril, por lo que podrían permitirse ingresos puntuales dependiendo del caso.

Tanto la Administración de Aviación Civil de China como Boeing han evitado emitir declaraciones oficiales al respecto, mientras que las principales aerolíneas involucradas tampoco han respondido a solicitudes de comentarios. Mientras tanto, se ha sabido que Juneyao Airlines ha decidido aplazar la recepción de un Boeing 787-9 Dreamliner, lo que sugiere que otras empresas también podrían estar revisando sus acuerdos ante el panorama incierto.

Para Boeing, esta serie de acontecimientos representa un nuevo tropiezo en un mercado vital como el chino, que en las últimas décadas ha sido fundamental para su crecimiento. En 2018, casi una cuarta parte de su producción tuvo como destino China, y se proyecta que ese país concentrará el 20 por ciento de la demanda global de aeronaves en los próximos 20 años. No obstante, la compañía enfrenta además desafíos propios: el escándalo del 737 Max en 2019, que llevó a su inmovilización tras accidentes fatales, y problemas recientes de calidad, como el incidente en enero de 2024 cuando un tapón de puerta explotó en pleno vuelo. Todo esto ha favorecido el ascenso de Airbus como proveedor preferente en el gigante asiático.

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