La erosión en las playas de Progreso sigue siendo un problema crítico, afectando diversos aspectos turísticos, económicos y sociales en la región. Las zonas más afectadas incluyen la costa de Chicxulub Puerto, Chelem y, en menor medida, Chuburná. Esta problemática es evidente al recorrer las áreas costeras desde la calle 2 hasta la 58 en Progreso, donde el deterioro en las colonias populares es notable, extendiéndose hacia el oriente de la cabecera municipal.
En Chicxulub Puerto, el comisario José Artemio de la Cruz May Ortiz expresó su preocupación por los daños significativos a los predios cercanos al mar. Según el funcionario, el avance del agua ha deteriorado los cimientos y fachadas de las propiedades, reduciendo considerablemente la extensión de las playas. Esto afecta directamente al turismo, ya que los visitantes no encuentran espacios adecuados para disfrutar del sol, una de las principales actividades en la zona.
El problema se agrava en Chelem y partes de Chuburná, donde las afectaciones son visibles pero menos severas. En algunos tramos de Chicxulub, como el comprendido entre las calles 24 y 30, la extensión de playa alcanza apenas 20 a 30 metros, mientras que en otros puntos solo se conservan franjas de 50 centímetros a un metro. La falta de censos o estudios de impacto en la región impide dimensionar completamente la magnitud del problema, pero los daños son evidentes en las áreas cercanas al muelle de Chicxulub.
Desde la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) en Progreso, se reconoce la falta de registros exactos sobre las propiedades afectadas. Sin embargo, los reportes señalan daños significativos en viviendas de Chuburná, Chelem y, especialmente, en Chicxulub, donde el mar se ha acercado peligrosamente a los predios. Esta situación ha generado numerosas quejas de propietarios que exigen soluciones concretas o ajustes en los pagos de la zona federal debido a la pérdida de terreno.
La erosión costera no solo amenaza la infraestructura, sino también la economía local y las actividades turísticas. Algunos pescadores y touroperadores han propuesto la instalación de geotubos como una medida para mitigar el avance del mar. No obstante, sin acciones inmediatas y coordinadas, el deterioro continuará, poniendo en riesgo no solo las propiedades, sino también el atractivo turístico y la estabilidad económica de las comunidades costeras de Progreso.