Las autoridades y el sector empresarial en Yucatán confían en que se concreten las inversiones necesarias para ampliar el Puerto de Altura de Progreso, pese a que la empresa italiana Fincantieri ha mostrado reservas sobre la construcción de los diques secos para el astillero proyectado en la zona. A pesar de estas incertidumbres, se mantienen negociaciones y se exploran nuevas alternativas que permitan el desarrollo de la infraestructura portuaria en la entidad.
José Enrique Molina Casares, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Turismo de Mérida, aseguró que las pláticas entre el gobierno estatal y Fincantieri siguen en curso, por lo que aún existe la posibilidad de que la empresa participe en la construcción del astillero. No obstante, se analizan otras opciones para atraer inversionistas interesados en el proyecto, con la intención de consolidar a Yucatán como un punto estratégico para la industria naval y la economía regional.
Por su parte, Joaquín Díaz Mena señaló en una transmisión en redes sociales que se busca reactivar la inversión privada para la ampliación del puerto, contemplando la expansión de 80 hectáreas de plataforma. Además de Fincantieri, el gobierno ha sostenido conversaciones con otras compañías especializadas en astilleros, con la intención de concretar la obra en beneficio del desarrollo económico del estado.
El impacto de la inversión en el puerto es un factor clave para la estrategia de crecimiento en Yucatán, especialmente dentro del llamado Renacimiento Maya, iniciativa impulsada por la actual administración estatal. Jorge Canché Escamilla, investigador de la Facultad de Economía de la UADY, explicó que la cautela de los inversionistas responde a cambios en la política económica del país, que ahora prioriza el fortalecimiento del mercado interno sobre la dependencia de capital extranjero.
A pesar del contexto económico y político, el gobierno de Yucatán mantiene el compromiso de impulsar la ampliación del puerto de Progreso. Díaz Mena recordó que desde la administración anterior la inversión de Fincantieri estaba prácticamente descartada, pero que su gobierno ha realizado esfuerzos para ampliar la superficie del proyecto y reactivar el interés de potenciales inversionistas, incluyendo la posible participación de la Secretaría de Marina u otras empresas del sector.