El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a ejecutar operaciones encubiertas en territorio venezolano, lo que ha generado una inmediata respuesta del gobierno de Nicolás Maduro. La decisión de Washington se enmarca en una nueva fase de su estrategia “contra el narcotráfico”, aunque diversos analistas señalan que podría tener implicaciones políticas más profundas en la región.
Durante una conferencia desde la Casa Blanca, Trump justificó su autorización argumentando que Venezuela “se ha convertido en un santuario de narcoterrorismo” y que Estados Unidos “no permanecerá pasivo ante las amenazas del hemisferio sur”. Fuentes cercanas al Pentágono confirmaron que el mandatario evalúa incluso la posibilidad de operaciones terrestres limitadas, con el supuesto objetivo de desmantelar rutas de tráfico de drogas.
En respuesta, Nicolás Maduro denunció ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo que calificó como una “agresión imperialista” y activó un plan de defensa nacional. El mandatario instruyó a las fuerzas armadas y milicias populares de Caracas y Miranda a mantenerse en “alerta máxima” y a “responder con unidad ante los intentos de desestabilización”. Asimismo, llamó a la población a resistir lo que consideró “una ofensiva de golpe de Estado encubierta”.
Desde agosto, la tensión ha ido en aumento con el despliegue de buques y aeronaves estadounidenses en el mar Caribe, cerca de las costas venezolanas. Washington sostiene que la presencia militar busca frenar el tráfico de drogas, mientras Caracas acusa a Estados Unidos de preparar un escenario de intervención directa. Este operativo naval, acompañado de sobrevuelos y maniobras conjuntas, ha sido interpretado por observadores internacionales como un movimiento de presión geopolítica más que como una acción antidrogas.
Trump reiteró su respaldo a las fuerzas estadounidenses involucradas en ataques a embarcaciones sospechosas de narcotráfico, acciones que ya han dejado al menos 27 personas muertas. “Estamos luchando contra el narcoterrorismo donde sea que se esconda”, dijo el presidente republicano. Aunque no confirmó fechas ni detalles, aseguró que “la CIA tiene carta blanca” para actuar en Venezuela, lo que marca un nuevo punto de fricción en las ya deterioradas relaciones entre ambos países.
