Quintana Roo enfrenta un panorama complicado en plena temporada vacacional, debido a una caída significativa en el turismo que llega por vía aérea. Según advirtió Francisco Madrid Flores, director del Centro de Investigación Avanzada en Turismo Sostenible (STARC), aunque la demanda turística continúa presente, la oferta de vuelos hacia el Caribe mexicano no ha crecido al mismo ritmo. De hecho, hasta el último día de mayo de 2025, se ha registrado una disminución del 4.2% en el número de asientos disponibles en vuelos con destino a la región.
Esta reducción en la conectividad aérea representa un reto para el sector hotelero, que actualmente mantiene una ocupación promedio de entre 75 y 80 por ciento. No obstante, la falta de frecuencias aéreas, especialmente provenientes de Estados Unidos, podría comprometer estos niveles durante el verano. La situación obliga a los prestadores de servicios turísticos a replantear estrategias para mantener el flujo constante de visitantes, pese a la limitación en la oferta de vuelos.
Entre las causas identificadas por los expertos se encuentra la reorganización de operaciones por parte de las aerolíneas, la salida temporal de aviones de servicio —como ha sucedido con Volaris—, y un cambio en las preferencias de viaje por parte del turismo norteamericano. Cada vez más viajeros optan por vacacionar en destinos europeos, lo cual representa una competencia directa para los principales destinos de sol y playa de México, como Cancún.
No todo son malas noticias, ya que algunas rutas han mostrado crecimiento. En particular, la conexión Cancún-Toronto ha sido la que mayor volumen de pasajeros internacionales ha generado en lo que va del año. Aun así, los desafíos para el resto del verano son evidentes y requieren atención coordinada entre autoridades y empresarios del sector turístico para evitar que la baja en vuelos afecte de forma más profunda la economía local, que depende fuertemente del turismo internacional.